Por Juan Tomás Valenzuela
“Que sepan que estoy dispuesto
a pagarles lo que sea,
pa’quedarme, ni aunque sea
cuatro años más en el puesto”.
Dijo así, en tono molesto,
el presidente Medina,
quien quiere explotar la mina
al menos, cuatro años más,
hasta que se acabe el gas,
o se vuelva una letrina.
El hombre, bandeáo a cuarta,
está aferrado a la ñoña
como un ave de carroña
junto a Marchena y Peralta.
Ya no se repara en faltas
ni en guardar las apariencias,
y esto es muy mala experiencia
pa’l pueblo dominicano,
pues, partiendo de ese plano,
solo saldría con violencia.
De todos los presidentes
que ha tenido este país,
empezando por Lilis
y hasta el Balaguer reciente,
nadie fue tán resistente
a desalojar la silla.
Ya que cuando va pa’Villa,
este mudo pijotero,
lo que le embarcan primero
es esta y su bacinilla.
Cuenta una leyenda urbana
que el prócer a Arroyo Cano,
buscó a un ebanista azuano
que le trabaja a su hermana,
pa’que adapte una persiana
a su silla de montar.
Así, cuando quiera “obrar”
y esté cerca de Leonel,
no vaya a ser que este infiel
lo quiera destutanar.
El mensaje fue muy claro
a todos los congresistas:
El que se ponga en la lista,
va a ser bien recompensado.
“Les tenemos preparado
un paquete VIP
para el que vote que SI
al tema de reelección,
porque esta constitución,
yo la quiero para mi”.
Juan de los Palotes
28 febrero 2019